El café puede causar enfermedades cardíacas y cáncer.
El café no contiene carcinógenos. Por el contrario, contiene antioxidantes que ejercen una acción protectora sobre nuestras células.
Por otro lado, existe un vínculo entre el consumo de cafeína y el aumento temporal de la presión arterial. Por lo tanto, el café no es dañino a largo plazo, pero las personas con presión arterial alta deben limitar su consumo.
Un estudio de 2015 mostró un vínculo entre el consumo diario de café y un riesgo reducido de padecer diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y neurológicas en los no fumadores.