Transmitir información, necesidades o incluso deseos a los seres queridos no siempre es fácil. Aquí hay algunos consejos que pueden ayudarlo a comunicarse mejor y vivir en armonía con su familia.
Hablar !
Puede parecer obvio, pero cuando tienes adolescentes en casa, a veces no es fácil entenderlos, su silencio puede ser pesado y pesado con insinuaciones que son difíciles de descifrar. Un puchero puede significar al mismo tiempo "no", "no sé", o incluso por qué no "sí, con mucho gusto" ... Lo mismo entre los cónyuges: una buena discusión a veces es más beneficiosa que tácita o sms, que puede malinterpretarse.
Aprende a escucharte a ti mismo
Escuchar no siempre significa escuchar. De hecho, no solo debemos escuchar las palabras, sino también los mensajes que a veces se esconden detrás de ellas. Con el tiempo y la fatiga, los malentendidos a menudo se multiplican. Una instrucción lanzada entre dos puertas o una frase mencionada antes de acostarse no necesariamente se entenderá bien. Intenta elegir el lugar adecuado y el mejor momento para hablar de cosas importantes, privilegiando los lugares tranquilos y cuidando de evitar los días de malestar y mal humor.
Ayuda a expresar tus emociones
Puede pensar que este consejo solo es válido para los niños, pero a muchos adultos les resulta difícil expresar su dolor o decepción a su cónyuge, por ejemplo. Un niño tímido e introvertido tendrá dificultades para expresar sus deseos o frustraciones, lo que puede tener graves consecuencias en la edad adulta. Preguntarle a su pareja o hijo sobre sus sentimientos a menudo calmará muchos conflictos.
Establece un clima de confianza
Sus hijos deben sentirse libres de hablar con usted sobre sus ansiedades y sus pequeñas preocupaciones. Sin comunicación, la incomodidad puede instalarse profundamente y los pequeños problemas cotidianos pueden acumularse rápidamente, hasta que la situación explota y se vuelve muy difícil de manejar. Esta confianza mutua también permitirá compartir alegrías y confidencias.
Aprende a respetarte a ti mismo
¡Hay tantos personajes como miembros en una familia! Algunos son más introvertidos que otros y no dudarán, por ejemplo, en burlarse de sus hermanos, no siempre por despecho, sino por costumbre. Respetar a su cónyuge, hermano o hermana es aceptar su diferencia.
Busque negociación en lugar de confrontación
Habla sin gritar y respeta las opiniones disidentes. Las diferencias de opinión no deben dar lugar a conflictos, pero deben ser una oportunidad para un debate familiar sano y constructivo. Por tanto, es necesario desterrar las burlas, las comparaciones y los juicios, y enseñar a todos a hacer concesiones para que todos se beneficien y se encuentre una solución común.
Coma con la familia
¿Qué mejor ocasión que una comida para estar todos reunidos alrededor de una mesa? Tomarse el tiempo para sentarse juntos y compartir, el tiempo de la cena, los temas dolorosos, los asuntos cotidianos pero también las alegrías, será una oportunidad para que todos se expresen y sean escuchados por toda la familia. Siempre que, por supuesto, la televisión no se invite también a la mesa ...
Programe una reunión diaria semanal con su cónyuge
Para planificar las reuniones importantes de la semana y no correr el riesgo de perderse el espectáculo de baile de los más pequeños o el fin de semana en casa de la suegra, es recomendable programar una reunión de sincronización de calendario semanal. ¿Y por qué no aprovechar esta oportunidad para reunirse para una pequeña cena a la luz de las velas?
Aprenda la comunicación positiva
La clave para una comunicación familiar exitosa radica en la práctica de la comunicación positiva. Usando palabras positivas, comportándose con los miembros de la familia como nos gustaría que lo hicieran por nosotros, adoptando la benevolencia diaria y haciendo un hábito de hacer un balance de los éxitos y alegrías familiares.
¡Consigue ayuda!
Si, a pesar de todos estos consejos, la comunicación dentro de su familia sigue siendo complicada, ¡no dude en buscar ayuda! Hay muchas soluciones a su disposición, comenzando con juegos de mesa especialmente diseñados para permitir que todos puedan liberar su palabra. También encontrará consejos en determinados sitios especializados.
Y si todo esto no es suficiente, pruebe la terapia familiar, cuyos resultados son en su mayoría sorprendentes.
Aurelie Giraud
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