Crea lazo social
Caminar con un perro genera más encuentros e intercambios que caminar sin él. Esto se puede trasponer al ámbito profesional.
Llevar a tu perro al trabajo te permite charlar con personas con las que quizás nunca hayas hablado o renovar el diálogo con un colega con el que estás frío ...
Además, interactuar con una tercera persona de su perro forma parte de una gran cercanía emocional y emocional.